El día en que la Pretty Hate Machine destruyó SantiagoLa verdad es que hasta última hora pensaba en no asistir. Por un lado las lucas, por otro la pega, y por encima, no haber escuchado el nuevo trabajo de los NIN. Sin embargo, tanto me webiaron mis amigos que me subí al carro y de ahí ya no baje más.
Lejos la mejor decisión que he tomado en años, porque lo que se vivo esa noche de sábado primaveral, fue inexplicable. Un show visual de pelos, que provocaba y dejaba atónito hasta el más avant gard. El sonido impeque, sin saturaciones ni sobresaltos, y a pesar de estar a todo chancho, no quedé con ese molesto loop en el oído medio (piiiiii).
La verdad es que nunca me imagine ver a Trent Reznor y a sus patota de inadaptados sobre un escenario chileno, tampoco pensé en la cantidad de canciones que me sabia de NIN y ni me acordaba lo fan que era de aquellas joyas que son "The Downward spriral" o "fragile".
Puedo decir a ciencia cierta que todos los que estuvimos ahí concordamos en algo, este fue un concierto único en su especie. Destroyer, vanguardista, perfecto y agresivo.
Larga vida a Trent Reznor!!!
